domingo, marzo 23, 2008

Paseo a Fraser's Hill

En Malasia no se celebra la Semana Santa, pero este año, por casualidad el Jueves Santo coincidió con una celebración musulmana por la cual dan el día libre, así que aprovechamos para planear una expedición a "las montañas", a Fraser's Hill.

Este lugar, ubicado a unos 1300 metros sobre el ni
vel del mar, fue establecido por los ingleses en tiempos de la colonia, como un lugar de descanso, donde iban a recuperarse de los calores de Kuala Lumpur y la mayoría de Malaya, que está en las bajuras.

El lugar es atractivo, no sólo por ser algo
más fresco sino también por sus senderos para caminar y ver pajaritos y para andar en bicicleta, así que jueves en la mañana nos aplicamos a empacar las dos bicis en sus respectivas bolsas - y nos encantó lo cómodo que queda para transportarlas - más los binóculos, telescopio, ropa más abrigada y libros y revistas por si el clima no daba chance de hacer nada más que leer.


Para llegar allá, la primer parte son 60km por la autopista Norte-Sur, luego por la carretera nacional a Kuala Kubu Bahru y de allí, 30 km por una buena carretera con muchas curvas y finalmente, una sección -llamada "The Gap"- de 9 km super parada, llena de curvas y que es de sólo un carril, porque no hay espacio para más. Lo que hacen es que en las horas pares, el carril se abre para los carros que bajan y en las impares, para los que suben y es totalmente prohibido para en esa porción (y de por sí no hay campo!).


Nosotros manejamos primero a Kual
a Kubu Bahru, que es un pueblo que siempre me ha gustado porque siento que tiene personalidad en lugar de ser otra serie de edificios iguales que se ven tanto por aquí y que uno no sabe donde está. Además, hay mucho jardín y árboles.


Allí, paramos a almorzar, calculando para llegar
a The Gap a la 1pm, cosa que nos salió bien y a la una y media íbamos llegando. El hotel que escogimos - mezcla de recomendación y lo que encontré en el internet - tiene una distribución y creo que estructura similar a Condovac, pues son apartamentos y algunos se puede ver que tienen dueños permanentes - a juzgar por las matas terrazas y otras cosas - y otros están para alquilar.

El problema con este lu
gar, desafortunadamente muy típico de este país, es la falta de mantenimiento. Muy amables nos ofrecieron que si queríamos una vista al valle o al bosque, escogimos la última y fuimos al apartamentito, donde me quedé con cerradura principal en la mano... Volvimos a la recepción y el muchacho ni se inmutó y nos dio la llave para otra habitación en ese bloque. En ésta, la cerradura funcionaba pero cuando abrimos hasta que golpeaba el olor a humedad y moho!

En fin, bajamos los chunches y como brillaba el sol, sacamos las bicis y las armamos en diez minutos - aay!! - y rapidito salimos a dar una vue
lta. Lo bonito de andar en bici en este lugar es que son callecitas en buen estado, el terreno es irregular (cuesticas), con mucha vegetación y casi no hay carros! El lugar es como estar en Tapantí, muy verde y húmedo.


En centro es muy bonito y han conservado la arquitectura original de los tiempos coloniales.


y además hay una serie de "bungalows" ("banglos" en bahasa) de varios tamaños que también conservan la arquitectura tradicional. Pero también hay otros que han construido con sus propios estilos...


Miguel había estado allí en 1996 para una reunión de trabajo y recordaba que era uno de estos "banglos" que era muy bonito, pero no recordaba el nombre o ubicación; pero como el lugar es tan pequeño
, dimos varias vueltas y finalmente encontramos Banglo Seri Berkat, donde Miguel entró llamando a ver si había alguien y pronto salió un muchacho que nos enseñó el lugar, que debe haber sido una mansión y ahora las habitaciones se ven raras con apenas una cama doble perdida en el medio... Pensamos que sería interesante volver a este lugar en otra ocasión por ver cómo se siente.

En el centrito, paramos a tomarnos un fresco y coincidimos con un grupo de ciclistas que habían pedaleado desde Kuala Kubu Bahru (39 km todo cuesta arriba)! Nosotros en cambio, apenas acumulamos 10km con las vueltas que hicimos por allí.

De vuelta en el apa
rtamentito, nos sentamos en el balcón a ver pajaritos, aunque los confisgados no paraban a posar mucho rato y nosotros no somos así como que expertos en aves malasias... Igual, nos reímos horrores con nuestras descripciones y bateos para identificar.

Esa noche estuvo clarita, con la gran luna llena.


El viernes estuvimos perezosos, estuvimos leyendo en la cama. Después, nos fuimos a caminar a uno de los senderos allí cerca, que resultó muy lindo y bueno para ver pajaritos. Esta vez, decidimos que en lugar de andar con el libro de aves, yo tomaría notas con la descripción del bichito - se imaginarán al otro dictando com loco y ésta "secre"... A medio camino, se vino un buen aguacero y nos salvó que había un ranchito donde nos refugiamos como media hora mientras escampó.

En la noche volvió a aclarar un rato, pero pasada medianoche se nubló, empezaron los rayos y truenos y luego se vino un señor aguacero que duró largo rato.
En la mañana, nos alistamos y desayunamos para estar listos a bajar en la "tanda" de diez de la mañana. En el camino había varios derrumbes y árboles caídos, que apenas estaban empezando a reparar.

Quedamos invitados a volver, tal vez por sólo una noche y no a ese hotel, sino a algo un poquito mejor cuidado.