domingo, noviembre 23, 2008

Siembra de arbolitos de mangle

Como un adendum al episodio anterior, les incluyo un video preparado por mi colega Karen Chen:



domingo, noviembre 16, 2008

Dos semanas en Langkawi

En kayak con Syrita Nicholas en el río Slim (foto Sam Craven)

Las pasadas dos semanas estuve en la isla de Langkawi en el noroeste de Malasia, justo en la frontera con Tailandia. Teníamos los tres últimos grupos de estudiantes del año, uno la primera semana y dos simultáneos la segunda.

Rapeleando (foto Jennifer Chapman)

Con Stephan recibiendo el rapel (foto Sam Craven)

Aparte de las actividades usuales de
snorkelear en el arrecife de Pulau Payar, kayakear en los manglares del río Slim, caminar el bosque y hacer la aventura de "canopy" y aprender del cultivo tradicional de arroz, esta vez empezamos a promover que las escuelas planten árbolitos de manglar para "contrarrestar" el carbón emitido por volar de Hong Kong a Langkawi (Carbon offset), cosa que resultó en una embarrialada que le encantó a los mocosos.

Alumnos de WIIS-HK, después de la siembra de mangle (foto Sam Craven)

Y como esta idea es algo nuevo por aquí, un político local decidió aprovechar la ocasión para aparecer ante la prensa apoyando la iniciativa, así que con el segundo grupo tuvimos a la tele y un par de periodistas siguiendo a este señor y su cortejo, más los chiquillos embarrialados.

Alumnos de SIS-HK, luego de sembrar mangles (foto Sam Craven)

Tuvimos un par de días libres entre los dos viajes y, junto con Richard y Matt (dos de los jóvenes biólogos con los que trabajo) decidimos hacer una vuelta en bici por la isla. Preguntamos a Jurgen - nuestro contacto en la isla, que además tiene un programa de entrenamiento para triatlón "Ironman" - y él nos alquiló tres de sus "chuzos" de bicicletas de carreras. Creo que ninguno de los tres había usado bicis así antes, livianitas y rápidas. Ese día, primero pedaleamos al río Kilim, para ayudar a Jurgen a transportar los arbolitos de manglar y luego seguimos dando una vuelta por la parte norte de la isla.

(foto Richard Cottrell)

Richard, Ligia y Matt en Tanjung Rhu, esquina noreste de Langkawi

En la tarde, cuando ya íbamos de regreso y ya sintiendo algo adolorido ustedes ya saben donde, Matt se fijó en el odómetro de su bici y vio que llevábamos setenta y pico de kilómetros, así que de fiebres, hicimos una vueltica extra para redondear los 80 kilómetros, que terminaron en 81.4!!

Ante las dudas de la precisión del odómetro, medimos el recorrido en Google Earth

Los dos grupos que nos tocaron resultaron ser muchachos bastante educados e interesados, así como los maestros, cosa que hace los viajes más fáciles, aunque al final del segundo grupo, ya yo botaba el tapón y estaba lista para salir corriendo de vuelta a Bukit Utama. El viernes a media tarde, Miguel me recogió en el aeropuerto, después de haberme despedido de mis colegas, a quienes espero ver de nuevo el año entrante.

En el aeropuerto con Helen Brunt (foto Matt Carter)

Richard y Ligia (foto Matt Carter)
El equipo EFT: Karen, Richard, Jen, Sam, Helen, Ligia y Matt

viernes, octubre 31, 2008

La visita de los primos "equinómanos"

Gracias al actual Rey de Malasia (los nueve sultanes de los estados malayos se turnan para serlo) y su entusiasmo por los caballos, se organizó aquí una competencia de "endurance" para la que clasificaron dos caballos de Costa Rica. Si no hubiera sido por esas felices coincidencias, mis primitos equinómanos no hubieran planeado venir a visitarnos.

Oscar ya tenía planes desde el año pasado, mientras que Opi y Ana se apuntaron hace unos meses y luego Sergito Fernández y su esposa Bevy, cuyos planes finales no supe hasta ayer.

La cosa fue que Oscar, Opi y Ana llegaron aquí el lunes en la tarde; los topamos en el aeropuerto, donde confesaron que ninguno de los tres había apuntado ni mi teléfono ni mi dirección (todo estaba en emails), así que si no hubiéramos llegado habría estado interesante.

Opi y Ana se quedaron en un hotel bastante nuevo aquí cerca y Oscar que quedó en la pensión Junkov/Fernández. Esa tarde nos los llevamos a caminar a los Jardines del Lago para mantenerlos despiertos y luego fuimos a comer comida india.

El martes, Oscar y yo bajamos a desayunar típico y luego nos encontramos con Opi y Ana y nos fuimos al centro para tomar uno de estos autobuses que dan el city tour pero uno se puede bajar y volver a subir varios puntos y así vimos la ciudad (yo nunca lo había hecho y estuvo divertido pues pasamos por unas calles que yo nunca había visto).

Opi, Ana y Ligia frente a las torres de Petronas, Kuala Lumpur

Miércoles, nos fuimos con Miguel, lo dejamos en el ministerio y seguimos para Malaca, donde pasamos varias horas caminando y viendo el casco antiguo. Debo confesar que fue una sorpresa agradable para mí, pues la última vez que estuve hace diez años todo estaba muy abandonado y hasta parecia que muchos de los edificios antiguos iban a desaparecer, pero como declararon la ciudad Patrimonio de UNESCO, pues se han puesto las pilas y la verdad que está muy bonito. Recogimos a Miguel de vuelta y nos fuimos a comer "chino", para seguir la tradición Cruz.

Opi, Oscar y Ana Sofía frente al Stadthuys en Malacca

Esa tarde, cuando volvimos, resulta que nuestro internet no funcionaba y resultó ser que otra vez la casera no había pagado (es un enredo porque paga via cargo a la tarjeta de crédito y la doña está en Canada). De la compañía de internet nos dijeron que podíamos hacer el pago en un cajero automático de nuestro banco, así que Miguel y yo bajamos a hacerlo aquí cerquita, pero al meter la tarjeta, se la tragó el aparato... Inmediatamente llamé al banco y cancelaron la tarjeta y ni modo, habría que hacer las vueltas al día siguiente.

Opi, Ana Sofía y Oscar, en la entrada del Palacio del Sultanato de Malacca (réplica)

Jueves, entonces, tocó ir a pagar el internet y luego al banco y por dicha en los dos lugares no pasé más de 15 minutos para que reconectaran y me dieran la nueva tarjeta de débito. Pasamos por Opi y Ana, que ya salieron con valijas y todo y nos vinimos para acá para arreglar los vuelos de ellos para Terengganu (inicialmente habían planeado alquilar un carro y manejar desde aquí) y que alguien del evento los topara y otras cosas.

Oscar listo para ir a sembrar arroz!

Casi a mediodía nos fuimos a las Cuevas de Batu, que fueron la "prueba de los 300 escalones" para los primitos y a la vuelta pasamos por Miguel para ir a almorzar "banana leaf", que creo que también les gustó, aunque sí encuentran que la comida es picantilla. Ya apuntaron cómo decir en tailandés "sin picante", ojalá les sirva.

Los primos escalando a las Cuevas de Batu

El resto de la tarde estuvimos aquí y a las cinco tomaron el taxi para el aeropuerto, pues Oscar tenía su vuelo - de una terminal - a eso de las 8 (junto con otros dos ticos que llegaron ayer mismo) y Opi y Ana, que salían a las 9 pasadas, de otra terminal.

Como a las siete me llamó Oscar, que su vuelo había sido cancelado y los habían pasado a otro que salía mucho más tarde, pero que no tenía como avisarle a Opi y Ana. Por dicha, encontré un número del aeropuerto donde la muchacha dijo que sí pasarían el mensaje. Todavía no sé si resultó o si jugaron escondido en el aeropuerto de Bangkok toda la noche...

Ya casi!

A Sergio y Bevi no les podré ver pues ellos llegaron - por separado - pero volaron casi de inmediato a Terengganu y yo salgo mañana de gira para la isla de Langkawi, donde voy a estar dos semanas pues tenemos los dos últimos grupos del año, que vienen de Hong Kong.

Así, que será sólo por teléfono que me comunique con ellos en los próximos días.

Estuvo muy rico haberlos tenido por aquí y nos reímos montones.

Otra familia, pero no son ni Fernández ni Molina...

miércoles, octubre 22, 2008

La carrera de 10 km de Mizuno

El domingo 19, el club de los Pacesetters tenía organizada una carrera de 10 km, patrocinada por la marca Mizuno y otros. Esta carrera es muy popular (según Miguel por la camiseta y el cupón de 30% de descuento que regalan), así que me había apuntado desde hace varias semanas.

Sin embargo, debo confesar que no había estado entrenando muy seriamente; estaba haciendo 5 km en el "treadmill" tres veces por semana y se me habían atravesado varios viajes muy intensivos a Tiomán, donde simplemente no hubo tiempo para salir a correr.
Aún así, durante la última visita a la isla, el programa de trabajo no empezaba sino hasta las 8am, así que eso me daba tiempo de salir a dar una vuelta usando el caminito costero que conecta los pueblitos (la playa es muy rocosa y con mucha pendiente, no sirve para correr). Así que salí varias mañanas a correr y, por supuesto, el resto del día tocó nadar o caminar con los estudiantes.
Pues llegó el domingo, mi amigo Alex pasó por mí para ir al parque de Lake Gardens, donde empezaría el evento y cuando llegamos ya aquello estaba como un hormiguero. Casi 4000 personas se inscribieron y calculaban que otras mil participarían "sin número", así que encontrar donde dejar el carro fue la parte más difícil del evento.

Esta fue la primera vez que usaba un "chip" - el club los acaba de obtener este año - y me hizo gracia pues éstos son como unos botones tamaño familiar que hay que amarrarse con los cordones de las tenis.


El ambiente era festivo y todos nos fuimos acercando a la salida; los que se sentían más veloces al frente y nosotros los "lenticos" más atrás, pero con el molote era como si estuviéramos acercándonos a la tarima de un concierto. Cuando sonó la corneta de salida a las 7:30, apenas si podíamos ir caminando despacito, casi como en procesión y esto duró por unos ciento cincuenta
metros y ya después se empezó a desgranar el asunto y ya empecé a pasarle a alguna gente mientras otra gente me pasaba a mí.

Esta vez le dieron vuelta a la ruta, lo cual redujo - a mi parecer - la cantidad de cuestas, o por lo menos las más empinadas fueron en bajada, así que sentí que estuvo más fácil que en otras ocasiones. La cosa es que como sentía que iba en plano o para abajo, le puse más ganas, pensando en bajar la velocidad cuando llegara a las subidas - donde de hecho caminé un poquito un par de veces. Pero me sorprendí cuando ví que llegábamos a la estación de agua, que está a medio camino y llevaba 28 minutos, así que decidí ir un poco más suave para no fundirme, especialmente porque venían las cuestas.

Cuando ya faltaban unos 150 metros, vi que Miguel había llegado a verme terminar la carrera (tal vez para comprobar que sí corro y no me voy a tomar "teh tarek" mientras dura la carrera) y eso me dio otro impulso para el último jalón. Al final, pasé la meta en una hora y siete minutos.

Ahora, el reto por delante es la carrera Great Eastern del 19 de enero. Las opciones son 30 km o 20 km; para mí será la última, espero!

domingo, agosto 24, 2008

Visitas, caminatas y olimpiadas

Esta semana, tuvimos dos visitas holandesas, una sorpresa y la otra planeada.
Geoff y Maggie son dos biólogos holandeses que pasaron un tiempo en Costa Rica, por separado y en diferentes años y fueron a conocerse en Bali, trabajando los dos con tortugas marinas. Nos habían contado que en su vuelo de Holanda a Bali pararían en KL, pero sólo por dos horas, así que a lo más, nos llamarían. Pues el martes en la tarde llamaron, que habían perdido el vuelo a Bali y tendrían que pasar la noche en KL, así que se vinieron para acá y tuvimos cena a lo tico, con arroz y frijoles, ensalada y huevo.

Miércoles, la otra pareja holandesa vino a pasar el día. Hans y Loek son navegantes que conocimos el invierno que pasamos en Mármaris; ellos navegaron de Turquía al este en el 2005 y pasaron varios meses en India, en Maldivas y bajaron a Chagos. Ahora están muy "hallados" aquí en Malasia y bajaron con el velero al Puerto de Klang (el puerto más cercano a KL, que no es exactamente de atractivo turístico...) y de allí tomaron un tren para venir. Con ellos fui a dar una vuelta por el parque, fuimos a almorzar y luego pasamos a la casa para que Micael los pudiera saludar antes de llevarlos de vuelta a la estación del tren.
Desde el día de la caminata de Avon, había quedado con Intan, una de las amigas malayas, en que llevaríamos a sus hijas y otros chiquillos al FRIM (Instituto de Investigaciones Forestales, donde hay una reserva forestal y ahora está totalmente rodeado por urbanizaciones aquí en KL), pues ellos viven en un condominio y aparte de la escuela, sus excursiones son al centro comercial...

Así que ayer sábado en la mañana nos encontramos en el FRIM. Intan llevaba sus dos hijas de 8 y 12 años, más cuatro amiguitos: uno de 10, otro de 8, su hermanita de 6 y otra niña de 8. Pasamos como tres horas, primero caminando por un sendero y luego en el puente por el dosel (canopy walkway); cuando recién entramos en el bosque, dos de las chiquillas estaban asustadas, el ruido de las chicharras y un par de pájaros les sonaba muy ajeno, pero pronto estaban descubriendo cosas y preguntando qué era cuanto bichito encontrábamos, aunque no pude convencerles de tocar un milpiés. Encontramos una pequeña sanguijuela, que provocó gritos de horror y asco, pero luego de que la puse en un papel y se las enseñé de cerca y les conté un poco, el chiquillo mayor quería quedársela de mascota! Salimos a mediodía, después de una buena caminata y creo que la pasaron bien.


El sábado anterior fui a una reunión organizada por el comité de dueños del condominio, para oir una presentación sobre aprovechamiento de desechos vegetales. Desgraciadamente, del montón de apartamentos que hay aquí, sólo aparecimos 20 chinos y yo... El presentador es un ambientalista que yo ya había "oído mentar", que se llama Ivan Ho (primo chino del héroe medieval de Walter Scott); su organización (Bandar Harapan) tiene una finquita de producción "natural" (no puede decir orgánica pues no hay certificación aquí en Malasia) con fines educativos; llevan grupos escolares, trabajan con gente discapacitada y centros de educación especial, etc. y su propuesta es que en promedio, un 45% de la basura de cada hogar es desechos vegetales que se pierden al mandarlos a los basureros municipales, así que ellos reparten unos barrilitos plásticos con tapa segura y un líquido "digestor" para cada casa y la gente se compromete a echar allí sólo desechos vegetales crudos y cuando lo llenan, la organización viene a recogerlo para hacer compost y a cambio, dan un kilo de vegetales de la finquita. La idea me pareció genial pues reducen la cantidad de basura que va para el basurero municipal, le dan uso a los desechos y la gente se vuelve más conciente sobre basura y demás. Todo muy bien, pero aquí quedaron en que la administración organizaría el sistema de recolección y cuando pasé por la oficiana para apuntarme, nada había pasado... Si no se organizan, Miguel y yo queremos hacerlo de todas maneras; la finquita no está muy lejos y podemos recoger y entregar el barrilito nosotros mismos.

Aparte de eso, pues las olimpiadas me han tenido "muy ocupada": he nadado, he corrido a velocidades tres veces o más de lo que hago en la vida real, he saltado con pértiga y sin ella, he hecho gimnasia con 14 o 16 años (quien sabrá la verdad), me tiré de un trampolín haciendo piruetas cuando nunca me atreví a hacerlo más que "de pie", y otras cosas; de hecho hasta levanté pesas el primer día y por supuesto, lloré con todos los medallistas y le aplaudí de pie a Nery Brenés (así lo pronunciaban los comentaristas australianos) por su gran actuación y a Gabriela Trana por hacer lo de la ranchera: no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar - entró de penúltima, pero tuvo la atención y los aplausos de todo el estadio y las cámaras y ella iba fresquita! Las rusas tiraron besos, los jamaiquinos le pusieron reggae a las carreras de corta distancia; los y las etiopes (hasta cuando ahora son "turcas") y kenianos siguen a la cabeza en las largas distancias, con sus estilos de gacelas e Irving Saladino se llevó una medalla de oro al vecindario!

Hoy por dicha ya es la "ceremonia inaugural de clausura" como dijo uno de nuestros comentaristas ticos hace varios años (tal vez para Moscú?), que les cuento, los australianos a ratos meten las patas de igual manera, con la maratonista que ganó, que se llama Tomescu, le dijeron "Tomatestu", "Tomate", etc. y claro, a ratos no podían contener sus sesgo en pro de los australianos y neozelandeses (aunque puede también ser que era porque era de quienes sabían más).

Bueno, dejo aquí este reporte. El próximo domingo es el día de independencia de Malasia (Merdeka) así que la ciudad está repleta de banderas. El sábado esperamos la visita de nuestra amiga Alex Kuan y su mamá, así que promete una buena volada de pico.

martes, agosto 12, 2008

Avon Walk Around the World for Breast Cancer


Para el 10 de agosto, Nami y Nina me habían invitado a una actividad de concientización sobre cáncer de seno, patrocinada por Avon, de hecho lo hacen en varios países, pero no veo a Costa Rica (http://info.avonfoundation.org). Como ya había aceptado que no estaba suficientemente entrenada para la media maratón (Adidas Run) de ese día, me apunté a la actividad.

Carl, Nadia, Intan, Nina, Omar y Nami

El domingo, me levanté a las seis, tratando de no despertar a Miguel que prefería dormir un poco más e ir a correr que ir a la dichosa caminata. Llegué al parque antitos de las siete y ya había un montón de gente, pero el evento funcionó con "hora malasia" (muy parecida a la hora tica), así que no fue sino hasta como las siete y media que empezaron con ejercicios de calentamiento (éramos como 4 mil personas). Gracias al celular, me encontré con nuestros amigos Carl, Nami y Nadia y con Nina, que es de la fundación "PRIDE" que es la de lucha contra el cáncer de seno. Me tenían una camiseta rosada y como soy "superviviente" me pusieron como "abanderada" con una cinta que dice "gracias" en varios idiomas. Siguiendo esta cinta como identificador, me impresionó ver la cantidad de mujeres en sus veintes y hasta adolescentes que la llevaban, señal de que nunca es demasiado temprano para toquetearse!

Carl, Nadia, Intan, Ligia, Nina y Nami

Terminaron con el calentamiento y nada más pasaba y era que la señora super importante que habían invitado a que diera el discurso de inicio se le habían pegado las cobijas... Eventualmente nos aburrimos y decidimos irnos nosotros y darle la vuelta al parque en nuestra caminata simbólica. Cuando ya llevábamos tres cuartas partes de la caminata, empezó el grupo grande a moverse. Ninguna de las otras tres mujeres es muy dada al ejercicio que digamos, así que según ellas yo soy "la maratonista" (arajo! más exageradas!). Además, aparte de Nami que dice haber descubierto con Carl que había cosas "fuera de la ciudad", sus amigas son unas urbanitas 100%, por lo que siempre es divertido oir sus comentarios.

Ya de alli, nos fuimos a "desayunar" a otra parte de Kuala Lumpur, cerca de la casa, así que fui a recoger a Miguel, que ya había ido a correr y estaba listo para el desayuno. Fue una sesión larga y muy conversada y ya casi como a las once nos separamos.

martes, agosto 05, 2008

Visita de Leo y Lies

El domingo recibimos a Leo y Lies, nuestros amigos navegantes holandeses. A ellos los conocimos primero durante el último invierno que pasamos en Mármaris, Turquía. Posteriormente, ellos navegaron hacia el este, bajando el Mar Rojo, pasaron varios meses en India y finalmente llegaron el año pasado a Langkawi.


Ahora, están aprovechando para ver lo más posible de Malasia pues en enero planean navegar de regreso a Europa, donde Lies quiere dedicarse a "ser abuela" (esperan el primer nieto en noviembre). Lies es una fiebre de la fotografía y pueden ver su blog (en holandés) aquí. El nombre del blog es el de su bote (hecho por ellos): Scharrel, cuya pronunciación es todo un desafío y cuando tocaba llamarlos por radio era de ataque.


Apenas llegamos a la casa, descubrimos que mi amiga comparte el vicio por los rompecabezas, así que allí nos sentamos al ejercicio combinado de buscarle lugar a las piezas y volar pico, hasta que lo terminamos. Mmm, creo que voy a desarmarlo y volver a armarlo de nuevo, pues está muy divertido con su cantidad de figuritas humanas y otras no tan humanas que tiene.



Lunes fuimos a las Cuevas de Batu y luego en la tarde ellos ya se fueron al centro de KL, pues en la noche llegaba la hija y el yerno y se van de paseo los cuatro. Fue una visita muy divertida y conversada!

sábado, julio 26, 2008

Visita a Endau Rompin

Aquí en Malasia, una de las áreas protegidas más importantes en la península es el Parque Estatal de Endau-Rompin, ubicado a ambos lados del límite entre los estados de Pahang y Johor, en la parte este de la península. Cubre 91,000 hectáreas de bosque entre los ríos Rompin y Endau, que son las principales vias de acceso al lugar.


Desde que vivimos en Johor Bahru, hace diez años, nuestro grupo local de la Malaysian Nature Society trató varias veces de organizar giras a este parque, pero dado que el acceso es difícil por los malos caminos y la distancia, no llegué a visitar el lugar.

Ahora, Ishak nos invitó a acompañarles en un viaje de "reconocimiento" para ver si pueden organizar tours allí, pero Miguel se quitó pues sólo iríamos por dos días y le pareció que sería muy pesado (ya verán!).

El plan era salir de Kuala Lumpur en la mañanita, manejar al sureste hasta Unggol, donde hay un hotelito a la orilla del parque del lado del estado de Pahang. Allí, alistaríamos balsa y kayak y empezaríamos a bajar hasta el anochecer, que pararíamos en un banco de arena para acampar. Al día siguiente seguiríamos a Kuala Jasin, desde donde haríamos una caminata y volveríamos para continuar remando hasta Kampung Peta, donde la gente del hotelito habría enviado los tres carros y ya volvernos a Kuala Lumpur.


Pues el sábado, salimos muy puntuales a las 7:30am. Eramos nueve personas: Yussof, ejecutivo de un banco local y cliente, Isni, agente de viajes, Suhaini, Ramlah y Raina (pareja e hija de 19 años), Said, vendedor y guía de KE, Bai, guía "orang asli" (aborigen de la península) de esta zona y organizador del viaje, Ishak y yo.



La manejada hasta Unggol resultó un poco más corta de lo previsto y para mediodía pasadas ya estábamos allí. Almorzamos y alistamos el equipo: inflamos la balsa, la cargamos con el equipo, nos cambiamos y pusimos todo en el río Endau. Ishak y yo nos fuimos en el kayak y el resto del grupo en la balsa. Además, la gente del hotelito, intrigada por la idea de hacer este viaje con visitantes, mandó a dos de sus empleados en un kayak "para acompañarnos" y luego ellos se regresarían con los choferes que llevarían los carros al final del recorrido.

Ishak y Ligia

Inflando la balsa

El río estaba bastante bajo y con poca corriente, así que hubo que remar bastante para avanzar. Pera el agua estaba super clara y las márgenes del río todas cubiertas de vegetación.


Yo esperaba ver por lo menos un par de "hornbills" volando, pero sólo vimos una ardilla, una lagartija "monitor" y una gallina silvestre (de donde domesticamos las que nos comemos). Volamos remo por casi dos horas para llegar a Kuala Kincin (donde se une el río Kincin) y allí nos esperaban dos guardaparques, que resultaron ser primos de Bai. En el camino, nos cayeron un par de chubascos y constantemente se oía una tronadera amenazadora.


Nosotros esperábamos encontrar cantidad de bancos de arena para escoger donde acampar, pero a final de cuentas, acampamos en el veintiúnico que encontramos que resultó muy aceptable y tenía rastros de haber sido usado para esto en otras ocasiones (no porque hubiera basura, estaba muy limpio, sino que había cañas de bambú haciendo una estructura sobre la cual poner una lona). Al llegar, se vino el aguacero, así que empezamos por poner nuestra lona en el bambú que estaba allí tan conveniente.

El campamento

Para la cena, Ramlah había preparado de antemano una salsa bolonesa para espaghetti, para ser prácticos y sólo tener que cocinar la pasta y calentar la salsa. Pero para Bai, eso de no comer arroz no era aceptable y él había hecho su propio aprovisionamiento: hizo arroz y luego alistó un curry para ponerle encima.

Bai alistando arroz

Llovió como hasta las nueve de la noche, pero no pudimos ver las estrellas pues siguió bastante nublado, aunque durante la noche me despertó el brillo de la luna llena y su reflejo en el río.

No tuvimos problema de mosquitos, pero las purrujas me hicieron compañía en la tienda toda la noche.

Domingo, desayunamos (ellos arroz con macarela de lata, yo pan con mantequilla de maní...) y esperamos a que llegara un poco de sol al campamento para secar las tiendas antes de desarmarlas.

Frente al campamento estaba el único rápido que ameritara ese nombre, así que los fiebres de Bai, sus primos y Said jalaron la balsa de vuelta para bajarlo antes de irnos.
Veinte minutos subiendo...


Diez segundos bajando

A eso de las diez, empezamos de nuevo; esta vez me tocó ir en la balsa.


La remada resultó ser de menos de una hora para llegar a Kuala Jasin (donde se une el río Jasin), donde la Corporación de Parques de Johor tiene una estación y un hotelito. Allí paramos para hacer una caminata.

Kuala Jasin

Algo fascinante de este lugar es que las instal
aciones no están a la orilla del río, de hecho hay que subir gradas para llegar desde el río y deben estar como a 4 o 5 metros por encima del nivel del río ese día. Pero resulta que durante la estación "más lluviosa" (el monsón del noreste), los ríos se crecen de tal forma que casi todos los años inundan las cabinas y demás construcciones del lugar! De hecho, el parque se cierra entre diciembre y marzo, pues el acceso es prácticamente imposible...

La caminata que hicimos fue a lo largo del río Jasin, siguiendo un sendero bastante plano por el bosque; muy lindo y tranquilo, pero lleno de sanguijuelas. Al principio, yo había decidido que las iba a dejar que tomaran su dosis de sangre y se "botaran" solitas, pero al ir en sandalias, eran demasiado visibles y la caminata estuvo combinada con paradas para que todos nos revisáramos los pies y alguien le quitara las que tuviera Rania - pues la chiquilla ni a palos las quería tocar!


Estos bichitos cubren el nicho que tienen las garrapatas en nuestros bosques y están atentos al paso de un animal de sangre caliente para pegársele, con la diferencia de que después de unos minutos, ya llenas de sangre, ellas solitas se dejan caer y a menudo uno no se da cuenta sino hasta que ve que tiene un puntito de sangre en la piel. No transmiten ninguna enfermedad, así que es más que nada la "impresión" del bicho baboso...


Lo que no planifiqué bien fue que iba con vestido de baño y unos shorts encima y sandalias, todo mojado y con algo de arena, suficiente para que me chimara bastante los pies y entre las piernas y para el regreso venía caminando como vaquero.

Volviendo a la caminata, el sendero está en buen
estado y han construido puentes sobre el río y otras quebradas, usando el sistema que usan en los puentes de "canopy walks", con escaleras de aluminio como base, tablones, redes a los lados y todo amarrado con cuerdas. Bai explicó que si el río se crece, no dejan usar los puentes pues las cabezas de agua pueden pasarles por encima!

Sendero a Kuala Marong

Llegamos primero a Kuala Marong, donde fu
e impresionante ver en las aguas transparentes del río unos "pejes" tamaño familiar, que resultaron ser el tipo de pez de río más popular por aquí y que actualmente es carísimo por lo escaso y en este lugar, por estar totalmente protegido - de verdad - vimos unos ejemplares de 40-60cm y super mansos. Los dos pescadores del grupo hasta que babeaban!

Kuala Marong

Seguimos unos 500 metros más hasta el lugar que llaman "Tasir Air Biru" (Laguna de Aguas Azules), que resultó precioso y justificó la caminata con todo y las sanguijuelas. Es una lagunita en el río Marong, siempre con las aguas super claras y bajo la sombra de los árboles; allí igual, los peces prácticamente nos tocaban las piernas al pasar, super mansos. El agua estaba fresquita, casi fría y la laguna es suficiente profunda como para que algunos se dieran el gusto de hacer clavados desde una piedra.

Tasik Air Biru

Fuimos regresando a Kuala Jasin casi a las cuatro de la tarde y ahí nos dimos cuenta de que el plan inicial no era práctico, pues ya íbamos todos bastante cansados y serían otras dos horas de remar para llegar a Kampong Peta, así que hubo motín y propusimos que Bai - que de por sí conoce a todo mundo en el parque - tomara prestada una moto y fuera al pueblo a avisarle a los choferes que se trajeran los carros hasta Kuala Jasin (por carretera se tarda sólo 15 minutos) y ya salir directo de allí. La moción fue aceptada unánimemente!

Claro, asumimos que los choferes ya estaban esperándonos. Pero estamos en Malasia y es más, en Malasia rural, donde el tiempo es algo muy relativo.

Ishak

Empezó a llover mientras sacábamos el equipo de la balsa y lo subíamos a donde llegarían los carros, subimos el kayak y la balsa y la desinflamos; nada de carros. Aprovechamos las instalaciones y nos duchamos y aproveché para ponerme curitas en los pies chimados; nada de carros...

Suhaini y Rania mientras esperábamos los carros

Finalmente aparecieron como a las cinco y media. Rapidito cargamos todo y a las 6pm íbamos saliendo de Kuala Jasin. Hubo que parar en Kampung Peta, donde están las oficinas del parque, para pagar por nuestra visita y esto tomó casi media hora, con todo y que desde una semana antes se les había mandado una lista de los nombres y números de identificación de todos los participantes, etc. Paciencia. Aparte de las oficinas, este caserío "orang-asli" (aborigen) es bastante pobre y muy aislado de la prosperidad que ve uno en otras partes del país.


A todo esto, desde antes de llegar a Unggol el sábado a mediodía, dejamos de tener señal en los celulares, así que no había podido comunicarme con Miguel para decirle que ya estábamos fuera del agua, pero que tardaríamos en llegar a Kuala Lumpur.

Cuando finalmente salimos de Kampung Peta, eran más de las 6 y media y ya anochecía. El camino durante los siguientes 40 kilómetros fue asfaltado en algún momento, pero desde entonces lo han dejado que se vaya despedazando y son más huecos que camino (para la familia, imagínense la entrada de la carretera principal a La Chinchilla, pero 100 veces más larga...), así que era imposible ir a más de 30km/hora.

Bai iba manejando el primer carro y nosotros detrás; habíamos pasado varios puentes de madera que se veían medio sospechosos y de pronto, vimos que frenó y se desvió a un lado del camino. Resulta que no había puente, se había caído y al lado pudimos ver que habían hecho un puente flotante provisional y los accesos a ambos lados eran sendas cuestas de puro barro.

Y el puente??

La Toyotona que llevaba Bai es ya viejita - más de 10 años - y allí decidió que no le entraba la doble tracción, así que la subida de la cuesta embarrialada tomó un par de intentos y luego aprovechar que tenía un winch en el frente con el que se jaló el resto de la cuesta.

Puente provisional y la Toyotona patinando adelante

A eso de las 9pm, finalmente tuvimos señal en los celulares y llamé a Miguel inmediatamente, que ya me había llamado varias veces y mandado varios mensajes y había llamado a Yushaak, a ver si sabía donde carajos estaba la mujer.

Todavía faltó un rato más antes de salir a la carretera de verdad y llegar al pueblito de Kahang, donde paramos a comer algo, con la mala suerte de que el lugar que escogimos resultó lentísimo en el servicio, así que eran más de las 10pm cuando ya salimos rumbo a Kuala Lumpur, pero ya en buenas carreteras.

A eso de las 2:30am, iba entrando a la casa. Pues sí, como que el viaje se había hecho pesado!

Aparte de los piquetes de las sanguijuelas y la chimada en las piernas, que ya se van disipando y el cansancio de ese día, que recuperé con una buena dormida al día siguiente, me alegra haber tenido la oportunidad de visitar esta zona tan espectacular.