viernes, agosto 31, 2007

La visita de Graeme

Esta semana tuvimos la visita de Graeme, un muchacho escocés que pasó un par de meses asistiéndonos en los viajes a Tiomán. Esto sirvió de pretexto para visitar y subir a la Torre de Kuala Lumpur, que no es tan famosa como las torres de Petronas, pero es en realidad el punto más alto en la ciudad, por estar en una colina. De allí, se tiene una vista del centro de la ciudad con las torres y el aterro de edificios que hay por ahí.


Las torres de Petronas y vecindario

Al suroeste, se podía ver el "Padang Merdeka" - la Plaza de la Independencia - que en tiempos de la colonia era el campo de cricket y los edificios administrativos coloniales y esta semana estaba lleno de adornos y gente, preparándose para las celebraciones del 50 aniversario de la Independencia (Merdeka).


Luego, caminamos hacia allí y vimos las decoraciones que tenían: una cartelera con fotos de los cinco primeros ministros que ha tenido el país de izquierda a derecha, coronados por el Rey de turno (los nueves sultanes se turnan la posición nacional cada cinco años) y su esposa.


En la gradería, harían imágenes con cartulinas y un montón de adolescentes, con camisas de diferentes colores, estaban ensayando para correr por el campo y hacer banderas, un mapa de la península, Sabah y Sarawak y otras cosas. Para esa hora (11am), ya se veían bien asoleados y todavía les quedaban dos días más de ensayos. Espero que hayan logrado llegar al día (creo que sí, a juzgar por lo que vi en la tele).

Al día siguiente, llevé a Graeme a mi visita favorita en KL, la reserva forestal del Instituto de Investigaciones Forestales (FRIM), a caminar por los senderos y el puente por el dosel, como pueden ver:


La noche anterior había llovido montones, pero los senderos no estaban muy embarrialados, aunque sí había animalitos saliendo a asolearse, como este milpiés gigante, que encontramos en mitad del camino:


Y este saltamontes chirrisco (unos 3cm):


Visitamos otro sendero que yo no conocía, pero fue más una carrera que una caminata, pues había montones de zancudos y, aún así, Graeme logró "colectar" una sanguijuela que no logró conseguir su donación de sangre...

Graeme regresó a Escocia y estará empezando la universidad en Aberdeen, donde planea estudiar zoología. Buena suerte!

jueves, agosto 23, 2007

Paseo a Terengganu


Miércoles salimos temprano, tomamos la autopista al este, pasando la Cordillera Central hasta Kuantan y luego la carretera al norte. Hasta ahora están continuando la autopista en este estado porque porque hubo varios años de gobernador de la oposición (partido islamista) y el gobierno federal entonces no les pasaba fondos.

A mediodía, paramos en el pueblo de Kaya para nuestro almuerzo malayo: arroz blanco, pescado, un pedazo de pollo, unas verduras hervidas.

Seguimos al norte y paramos por Dunggun, un puertito por donde sacaban hierro de una mina cercana y donde Ishak pasó su niñez, pues su papá había sido oficial de Aduanas y lo trasladaron ahí de su pueblo natal, en los suburbios de Kuala Terengganu.

El estuario en Dunggun, Ishak tuvo playa, río y manglar para jugar en su infancia

Está al sur de Rantau Abang, donde tradicionalmente llegaban a desovar las tortugas baulas. El problema es que, por un lado, Turismo se dedicó a promover el lugar como loco, sin controlar donde y como se construían los hoteles y aquello parece Las Vegas de luces y, por otro lado, aquí se siguen colectando huevos de tortuga descaradamente y no hay ningún esfuerzo de controlarlo y ya van varios años que apenas si llegan una o dos tortugas...

Temprano en la tarde llegamos a Kg. Alur Tuman, donde está la casa. (Casa de Ishak en Google Earth) Según me cuentan, este lote de la familia se lo dejaron a Ishak y a sus primos, pero nadie hizo nada por años y en el 2000, cuando él decidió construir, aquello era una selva. Construyó una linda casita siguiendo el estilo tradicional malayo, muy práctica y fresca.

La casa, vista de la entrada

Mariam en la terraza abierta, el área principal de la casa

La terraza



La sala, de estilo tradicional malayo. Las puertas-ventan se abren para ventilar

Al lado de la casa, está el proyecto de cultivo de barbudos, que no es en un estanque, sino en un sistema de “bolsas” de lona, que resulta más fácil de mantener limpio y, según parece, de manipular los peces.

Las bolsas de lona para cultivo de barbudos

La casa no da directamente a la playa, sino que de por medio hay una pequeña laguna costera estacional con bastante vegetación que sirve de protección para los meses del monsón noreste, cuando el viento, lluvia y el mar se ponen bien bravos.

Barrera típica para protección del monsón

La playa es de arena blanca gruesa algo empinada y la principal vegetación son casuarinas, que deben ser los árboles más fuertes para aguantar el monsón.

La playa en Marang, con casuarinas

La casa y el proyecto los cuida un primo de Ishak, que era pescador artesanal y se dejó el oficio pues era más caro el combustible que lo que ganaba del pescado y, con esposa y ocho hijos, pues necesitaba algo que hacer. Además, la esposa tiene un puestico a la orilla de la calle donde hace y vende “kueh” y “akak”. El primero es un quequito y el otro es hecho a base de huevos, azúcar y un poquito de harina, así que es bien pesado (casi como esos dulces de yema que hacen en España). Los “hornean” usando una fogata a base de cáscaras de coco secas. Son gente humilde y muy conservadora. No hubo manera de que consiguiera medio conversarles en mi mal malayo y cuando vinieron a conversar una noche, él entró y se sentó en la mesa y ella se quedó sentada en las gradas de la entrada... Bueno, costumbres.

Sabiendo que iba a un lugar conservador, llevé blusas de manga larga, unos pantalones largos y otros de ésos a media pierna.

Esa noche, visitamos a PakMat, un amigo, que está a cargo de cuidar tres casas de veraneo, que están justo enfrente de la playa y allí, dicen que durante el monsón del noreste es una capa de arena que cubre los pisos y la sal se mete por todo lado, como en un bote. Una de las casas, la acaban de terminar de “elevar” con pilotes de concreto.

Casa en Marang, recién elevada con pilotes

Jueves

Fuimos a desayunar típico de Terengganu: “Nasi Dagang”: arroz cocinado en leche de coco que sirven con un pedazo de atún, cebolla y pepino. En Terengganu, toda la comida es con pescado...

Manejamos a Kuala Terengganu (capital del estado) y seguimos un poco más al norte a visitar “Pura Tanjung Sabtu”, el proyecto de un miembro de la familia real de Terengganu. Tunku Ismael (en ese lugar todos los nombres los recortan, así que lo llaman “Ku-el”), que recuperó once casas tradicionales malayas construídas hace 100 a 160 años y las armó de nuevo en este lugar. El Tunku es un tipo muy agradable, que se gana la vida diseñando y haciendo “songkets” reales, un tipo de textil típico malayo y que cuando es usado por la realeza, lo tejen con hilos de oro y plata. El está muy dedicado a su proyecto, el cual financia a través de gente que se va a quedar en dos apartamentitos super exclusivos y donaciones (que no hay muchas). Para más detalles de su proyecto vayan a http://www.puratanjungsabtu.com/

Tanjung Sabtu, vista de las construcciones

Ishak en una de las salas de Tanjung Sabtu

Un detalle interesante que nos enseñó es la tradición de que cuando se construye una casa de estilo malayo, en la parte superior de las columnas principales ponen tres piezas de tela en lo que llaman “bunga halang” y su objetivo es proteger de los “malos espíritus” y fantasmas: arriba, la tela negra representa los poderes misteriosos, la tela roja que sigue representa vida y valor y abajo la tela blanca, representa la pureza. También acostumbraban poner monedas de oro o plata en la base de las columnas, para asegurar un futuro venturoso para la construcción y sus habitantes.

Las tres telas del "bunga halang"

Tunku Isamil, Mariam e Ishak

Volvimos al estuario del río Terengganu, a la isla de Duyong donde paramos a visitar el astillero de barcos tradicionales, donde acababan de poner a flote “Naga Pelangi II”. En el 2000, mientras estábamos en Langkawi, conocimos a este alemán, que en los 70-80s había venido aquí y le habían hecho un bote tradicional malayo con el cual le dio la vuelta al mundo – a brincos y saltos – y en ese momento, lo vendió para volver a Alemania. Ahora, está de vuelta y está haciendo otro bote más grande.

Naga Pelangi II en Kuala Terengganu

Desafortunadamente, ya iban navegando cuando llegamos al astillero, así que no le pude saludar. Mundo pequeño (pueden ver el proyecto de este bote en http://www.naga-pelangi.de/)

También dimos una vuelta por la marina que han construido para que sirva de base para la regata “The Monsoon Cup” y que están agrandando para competir para ser la base de la Copa América de veleros.

Ya en Kuala Terengganu, pasamos el mínimo barrio de Chinatown (por aquí la población es 99% malaya y muy tradicional, el único pelo de mujer que se veía eran mis colochos) y paramos en el mercado.

Callecita del barrio chino, Kuala Terengganu

Mariam quería que “comprara algo de allí” y me llevó a ver batiks. También, PakMat había mencionado que allí hacían “ajos en escabeche”, que me hicieron pensar en los que preparan en Turquía y que probamos con Ceci cuando estuvimos juntas en Dinamarca, así que compré un frasco, pensando que Miguel y yo rapidito nos los comeríamos (desafortunadamente, resultaron con un sabor super fuerte de vinagre y AZUCAR...).

Venta de frutas en Kuala Terengganu: "duku" y "rambutan"

Paramos a almorzar, malayo por supuesto y ya volvimos a la casa, a disfrutar el corredor fresco, aunque por ahí no es aceptable ponerse unos shorts y una blusa de tirantes, más cuando los anfitriones y la esposa del primo de pronto se cubren de arriba a abajo para hacer sus oraciones... como que no. En fin, igual me eché en una hamaca a leer tranquila.

El viernes en la mañana salimos Ishak y yo a caminar por la playa. Me llevó a ver las ruinas de un hotel que debe haber sido muy lindo: ubicado en un área de playa y laguna costera, tenían cabinas (de madera siguiendo el modelo malayo) frente a la playa o de frente a la laguna, que está llena de vegetación. Según parece, el lugar era muy popular con turistas europeos, pero por deudas lo retomó un banco y nunca se hizo nada más. Ahora, después de tres años, lo que no han desarmado y robado a pedazos, está perdiéndose. Una lástima.

Laguna de Kerenga

Durante el día llegaron varias visitas: tres antiguas amigas del colegio de Ishak, que iban para Dunggun para celebrar 35 años de salir del colegio. Una es profesora universitaria, otra está casada con un diplomático y la otra vive en Kelantan, las tres ya estaban en espíritu de fiesta y su visita de 20 minutos fue escandalosa y llena de risas. Luego, vino PakMat y detracito una sobrina de Mariam que está casada con un primo de Ishak (enredos como los de nuestra familia, esta vez porque los dos se conocieron visitando la casa de Ishak y Mariam, mientras estudiaban en Kuala Lumpur). Esta visita trajo comida para la noche: macarrones fritos y de postre, arroz pegajoso con un dulce de durian delicioso (la fruta fresca no la como, pero sí cuando está preparada con otra cosa).

Viernes, fuimos a desayunar al mercado de Marang, esta vez “roti chanai”, un tipo de pan/arepa que se come con curry (aquí, de pescado, por supuesto) y Mariam compró frutas y otras cosas para llevar de vuelta. Yo salí con un puchito de “chili padi”, los chilitos pequeños pero matones.

Ellos querían para a almorzar en Kemaman, una ciudad a lo largo de la costa, así que fuimos parando en varios lugares, mezcla de turismo y haciendo tiempo. Visitamos un hotel de 5 estrellas que tiene un diseño como el que vi en ruinas, luego, seguimos por la zona donde están los pozos de petróleo y de gas y hay cantidad de refinerías y otras industrias relacionadas.

Tanjung Juara

En Kemaman, paramos a almorzar en un restaurante chino, creo que en deferencia a toda la comida malaya de los días anteriores. Resultó delicioso: comimos cangrejos rellenos, verduras (algo que no es muy común en los menús de Terengganu y ya hacía falta) y pescado al vapor. Hicimos una última parada para comprar “keropok”, unas galletas hechas de... pescado. Como era el lugar super recomendado de que eran las mejores, yo compré una bolsita, pero a medio camino, entendí que todavía habría que freírlas primero...


Mariam comprando durian en Kemaman

Seguimos la costa, pasando por Cherating, una playa turística algo así como Tamarindo o Jacó y pronto ya estábamos de vuelta en la autopista de vuelta a KL, donde llegamos a eso de las 4 y media. Por dicha le mandé un mensaje a Miguel cuando íbamos entrando a la ciudad, pues le dio tiempo de “ordenar” un poco antes de que llegara la mujer...

Fue un paseo muy bonito. Ishak y Mariam hicieron lo posible por enseñarme mucho de las costumbres y lugares de Terengganu, que es, definitivamente, un estado muy interesante y conservador.