miércoles, octubre 22, 2008

La carrera de 10 km de Mizuno

El domingo 19, el club de los Pacesetters tenía organizada una carrera de 10 km, patrocinada por la marca Mizuno y otros. Esta carrera es muy popular (según Miguel por la camiseta y el cupón de 30% de descuento que regalan), así que me había apuntado desde hace varias semanas.

Sin embargo, debo confesar que no había estado entrenando muy seriamente; estaba haciendo 5 km en el "treadmill" tres veces por semana y se me habían atravesado varios viajes muy intensivos a Tiomán, donde simplemente no hubo tiempo para salir a correr.
Aún así, durante la última visita a la isla, el programa de trabajo no empezaba sino hasta las 8am, así que eso me daba tiempo de salir a dar una vuelta usando el caminito costero que conecta los pueblitos (la playa es muy rocosa y con mucha pendiente, no sirve para correr). Así que salí varias mañanas a correr y, por supuesto, el resto del día tocó nadar o caminar con los estudiantes.
Pues llegó el domingo, mi amigo Alex pasó por mí para ir al parque de Lake Gardens, donde empezaría el evento y cuando llegamos ya aquello estaba como un hormiguero. Casi 4000 personas se inscribieron y calculaban que otras mil participarían "sin número", así que encontrar donde dejar el carro fue la parte más difícil del evento.

Esta fue la primera vez que usaba un "chip" - el club los acaba de obtener este año - y me hizo gracia pues éstos son como unos botones tamaño familiar que hay que amarrarse con los cordones de las tenis.


El ambiente era festivo y todos nos fuimos acercando a la salida; los que se sentían más veloces al frente y nosotros los "lenticos" más atrás, pero con el molote era como si estuviéramos acercándonos a la tarima de un concierto. Cuando sonó la corneta de salida a las 7:30, apenas si podíamos ir caminando despacito, casi como en procesión y esto duró por unos ciento cincuenta
metros y ya después se empezó a desgranar el asunto y ya empecé a pasarle a alguna gente mientras otra gente me pasaba a mí.

Esta vez le dieron vuelta a la ruta, lo cual redujo - a mi parecer - la cantidad de cuestas, o por lo menos las más empinadas fueron en bajada, así que sentí que estuvo más fácil que en otras ocasiones. La cosa es que como sentía que iba en plano o para abajo, le puse más ganas, pensando en bajar la velocidad cuando llegara a las subidas - donde de hecho caminé un poquito un par de veces. Pero me sorprendí cuando ví que llegábamos a la estación de agua, que está a medio camino y llevaba 28 minutos, así que decidí ir un poco más suave para no fundirme, especialmente porque venían las cuestas.

Cuando ya faltaban unos 150 metros, vi que Miguel había llegado a verme terminar la carrera (tal vez para comprobar que sí corro y no me voy a tomar "teh tarek" mientras dura la carrera) y eso me dio otro impulso para el último jalón. Al final, pasé la meta en una hora y siete minutos.

Ahora, el reto por delante es la carrera Great Eastern del 19 de enero. Las opciones son 30 km o 20 km; para mí será la última, espero!

No hay comentarios: