miércoles, febrero 11, 2009

Pedaleando aquí cerca

Hola!

Luego del fallido intento del último fin de semana de salir a pedalear con los "ciclistas de carretera" del PCC (Pedalholics Cycling Club) - chuzos demasiado rápidos para nuestras "gorditas" - habíamos pensado entonces probar suerte con los "ciclistas de barro" de ese mismo club, que el domingo tenían un recorrido por una plantación de palma africana.  Estas áreas eran donde salíamos mucho a pedalear cuando vivimos en Johor Bahru (al sur del país) en 97-99, junto con nuestros buenos amigos Dave y Seonaid.

El lugar donde debíamos llegar a las 7 y media está a unos 35 km de aquí, así que nos preparamos para levantarnos tempranito.  Sin embargo, no contamos con que a los dos nos dio desvelo y como a las cuatro apagamos los despertadores y nos olvidamos del recorrido...

Aún así, nos quedaba el lunes feriado - sigue el vacilón! - esta vez para "reponer" que el domingo se celebró el festival de Thaipusam, una fiesta hindú.  Teníamos dos opciones: Mónica nos había contado del Taman Pertanian (Parque agrícola) que es un área grande con callecitas transitadas sólo por bicicletas y los pocos carros de la institución y que queda a unos 20km de aquí.  La otra, nos la dio Tek, uno de los ciclistas del PCC, y era ir las plantaciones de caucho del RRIM (Instituto Malasio de Investigación del Caucho), que no sabíamos y que está relativamente cerca de la casa.

El problemilla con las plantaciones de caucho es que siempre hay un zancudero terrible; a tal punto que los pobres trabajadores que colectan el látex andan con una espiral de repelente colgada del cinturón o del cuello!

El lunes amaneció como que ya llovía, así que no nos apuramos por salir, esperando a ver qué pasaba.  A media mañana, había pasado la gran nube, así que montamos la bicis al carro y nos fuimos a buscar el Taman Pertanian, que resultó estar como a media hora de aquí.  Pero una vez que llegamos y fuimos a entrar nos dijeron que las únicas bicis que aceptan son las que ellos alquilan...  Ni modo, pues vámonos para el RRIM.

Tek nos había dado algunas direcciones, pero mejor me fijé en el mapa y llegamos a una calle llena de naves industriales desde la cual veíamos la plantación pero no había acceso.  Revisando más, encontramos que la entrada principal estaba un poco más lejos y allí fuimos.  En la entrada, los guardas muy amables nos explicaron donde podíamos entrar y sugirieron que podíamos dejar el carro al lado de su casetilla.  Para entonces ya era mediodía (en Kuala Lumpur, eso significa calor, aunque como el día estaba nublado, debe haber estado como a 29-30 grados).

Ahora bien, en la prisa por salir y pensando que íbamos para el otro lugar, ni nos pusimos ni llevamos repelente, así que desde el principio acordamos que no podíamos parar pues nos zancudos nos hartarían.  Entramos a la plantación, donde hay toda una red de caminitos subiendo y bajando al lado de los árboles.

Apenas empezando, la deformación profesional de Miguel pudo más que el sentido común y paró a ver unos frutos en uno de los árboles...  No se imaginan cómo en segundos tenía las piernas cubiertas de zancudos!!  Con esta prueba, tuvimos suficiente incentivo para pedalear por el resto de la hora que siguió sin parar - sólo en un puentecito sobre una quebrada llena de basura (me sentí en Costa Rica...), paramos a tomar agua. 

Al final, anduvimos una hora e hicimos como 14 kilómetros y colectamos como seis piquetes cada uno.  Yo tuve un momento en que estaba totalmente desorientada (iba concentrada en no parar!) y Miguel fue el que encontró la ruta al final.

No tomamos nada de fotos - no llevamos la cámara y no hubiéramos parado de todas formas - pero quedamos invitados a volver.  De aquí, ahora que ya sabemos llegar, debe tomar como 15 minutos (más un sábado domingo en la mañanita), iremos bañados en repelente y listos para explorar por más rato.

El objetivo de estas salidas, aparte del ejercicio y la "venteada" que nos damos, son en preparación para setiembre, en que planeamos finalmente hacer el Camino de Santiago con Oscar.  Y en preparación para esa aventura, estoy probando hoy una herramienta de Google que me permite enviar este mensaje a mi blog.  También tienen la opción de hacerlo desde el celular, pero eso se refiere a teléfonos inteligentes y el mío debe ser medio tontillo porque de mandar textos no pasa.

Que estén bien!
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Ligia Fernández Molina
yiya62@gmail.com

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